No es lo que tienes. Es cuándo lo usas.
Una lección brutal desde Roland Garros: el talento no sirve si no aparece en el momento clave. Jorge te regaña (con cariño) y te invita a entrenar lo que de verdad marca la diferencia.
No es lo que tienes
Es cuándo lo usas.
A ver.
Que no haber.
Hoy te voy a regañar.
Pero todavía no.
Al final.
¿Por qué?
Tranquilo, trabaja la paciencia.
¿Pero por qué?
Bueno... scroll down, sacia tu impulso y vuelve aquí.
Para los que a pesar del impulso de querer bajar, seguís el orden...
Good job.
A lo que iba.
Hay algo que no se entrena con conos.
Ni con repeticiones.
Ni con vídeos en YouTube.
Y es esto:
👉 Saber usar tu talento… justo cuando más duele.
Eso fue lo que hizo Carlitos Alcaraz en la final de Roland Garros.
No jugó su mejor partido.
(Esos se ganan 6-3, 6-3, 6-1.)
Pero jugó su mejor momento.
Con 3 bolas de partido en contra…
no se puso a especular.
No esperó el error.
No pidió tiempo.
Apretó.
Literalmente.
Subió la media de su derecha.
Subió la media de su revés.
Más velocidad.
Más intención.
Más decisión.
¿Podía haber fallado?
Claro.
Pero la diferencia entre los buenos y los campeones…
no es el talento.
Es el uso que hacen de él bajo presión.
Y eso no lo entrenas con ejercicios bonitos.
Ni con clases de técnica.
Ni repitiendo por repetir.
Lo entrenas:
- Incomodando.
- Fallando.
- Sintiendo.
- Arriesgando.
Y sobre todo…
en los días malos.
Cuando no te sale nada.
Cuando todo molesta.
Cuando tienes mil excusas.
Ahí se ve si vas a ser del montón…
o si estás dispuesto a dar el paso.
Moraleja:
No es lo que tienes.
Es cuándo lo usas.
Y con qué cojones lo haces.
Seguimos, Férrikos.
— Jorge
PD.
El mail de ayer fue de los que más tasa de apertura tuvo.
“Una cosa de locos”, como bien decía el título…
¿Por qué?
Porque nos dejamos llevar por titulares.
Las p@t#s redes sociales nos han implantado un mood donde solo accionamos cuando nos provocan.
Ayer os provoqué.
Sabía que con ese título iba a ser un festín.
Hasta aquí, todo correcto.
¿Pero sabes qué?
En el cuerpo del email había varios datos mal.
(Y el email iba de datos…)
¿Cuántas personas me lo advirtieron?
Dos.
Entre cientos de lectores.
Mejor dicho: de curiosos.
Lo siento.
Hoy te estoy regañando.
Pero que sepas que te quiero.
Por eso lo hago.
Quería saber cuántos leen todo…
y cuántos simplemente están.
Pues nada.
Te dejo tranquilo ya.
Mañana, nuevo día. Nuevo correo. Nueva oportunidad.

Jorge Cárdenas
Padel Pro Coach.
Entrenar te mejora. El propósito y la mentalidad te transforman.