Cuando el jugador deja de creer en su esfuerzo
No siempre es falta de ganas. A veces, el jugador deja de creer que su esfuerzo sirva para algo. Cómo detectarlo, cómo actuar y por qué es clave entrenar también la motivación.
Lo que haces no sirve de nada
No es que no se esfuerce. Es que ya no cree que sirva.
Tranquilo.
Solo recordarlo… desespera.
Respira.
Toma aire.
7-7-7.
Lo has visto.
Camina por la pista como si no pasara nada.
Sin chispa.
Sin carácter.
Sin ganas.
Y tú piensas:
“¿Cómo puede no estar dándolo todo?”
“Con todo lo que hemos invertido…”
“Con lo que entrena…”
“Con lo que dice que quiere…”
Y claro, lo fácil es pensar que no se esfuerza.
Que se está acomodando.
Que se ha rendido.
Pero muchas veces…
no es eso.
Es algo más profundo.
Es que ya no cree que sirva.
Cree que:
- se esfuerza… y no vale para nada.
- entrena… y no se nota.
- compite… y siempre pierde.
- hace lo que se le pide… y nada cambia.
No hablamos de tus resultados.
Hablamos de los suyos.
De lo que él o ella percibe.
Y ahí empieza lo peligroso:
- Desconexión.
- Frustración.
- Defensa anticipada.
- Excusas para protegerse.
Y poco a poco…
renuncia.
¿Te suena?
¿Estás viendo esto en alguien?
¿O lo estás sintiendo tú mismo?
Entonces…
no señales.
No aprietes más.
En su lugar:
✅ Hazle ver que vale.
✅ Que lo que siente es real.
✅ Que la motivación no se recupera con gritos.
✅ Que el esfuerzo sin dirección… no se nota.
Porque cuando un jugador deja de creer en su esfuerzo,
deja de creer en sí mismo.
Y ahí es donde más te necesita.
No para exigirle más.
Sino para recordarle por qué empezó.
Y que no está solo.
La motivación no se recupera con gritos.
Se recupera con claridad.
Y con alguien al lado que, cuando tú dudas…
no duda de ti.
Seguimos, Férrikos.
— Jorge

Jorge Cárdenas
Padel Pro Coach.
Entrenar te mejora. El propósito y la mentalidad te transforman.