Sin darte cuenta, le estás enseñando a rendirse.

Aunque no digas nada, estás formando. Cada gesto, queja o renuncia educa. ¿Qué estás enseñando tú, sin hablar? Descúbrelo aquí.

Le estás enseñando a rendirse

(Y lo haces sin darte cuenta)

Sábado.
 Sabadete.
 Post corto. Al pie. Sin florituras.

¿Te has parado a pensar en lo que enseñas sin abrir la boca?

Porque aunque no lo digas... formas.

• Con tu actitud.
• Con tus gestos.
• Con lo que haces.
• Y con lo que no haces.

Cuando tu jugador te ve renunciar a lo que tú mismo exigías,
le estás enseñando que se puede rendir.

Cuando tu hijo te escucha quejarte del árbitro, del viento, del sistema o del horario,
le estás sembrando la excusa como primera opción.

Cuando llegas al entreno sin energía, sin enfoque, sin estar presente,
estás normalizando la mediocridad.

No es tu culpa.
 Pero sí es tu responsabilidad.

Porque aunque no estés dando clase…
 siempre estás enseñando.

No influimos por lo que decimos.
 Sino por lo que repetimos sin darnos cuenta.

No hace falta dar un discurso.

Hace falta estar presente.
Y hacerlo con intención.

¿Quieres que tu jugador luche?
 👉 Deja de justificar sus derrotas.

¿Quieres que tu hijo se esfuerce?
 👉 Deja de premiar su comodidad.

¿Quieres que te escuchen más?
 👉 Actúa como si siempre te estuvieran mirando.
Porque lo están.

Tú también estás formando a alguien.
 La pregunta es:
 ¿Estás enseñando lo que quieres que aprendan?

Reflexiona. Ajusta. Entrena.

Buen sábado, Férrikos.
 — Jorge

📌 PD. Consejo rápido:
Antes de cada entreno, partido o conversación importante…
hazte una sola pregunta:

👉 “¿Qué van a aprender de mí hoy, aunque no diga nada?”

Y actúa desde ahí.