Por qué el respeto no se ruega (y sí se cobra)

Bajar tu precio por miedo a perder un cliente es el primer paso para perder tu valor. En este artículo, Jorge Cárdenas te cuenta por qué el respeto no se pide… se cobra. Literal.

El respeto no se ruega. Se cobra.

Brutal.
¿El qué?

El directo de hoy.

Lo disfruté tanto que necesito contártelo.
 No por ego.
 Sino porque a veces escribo mejor que hablo.
 Y otras… lo contrario.

Ya sabes que no soy muy fan de los psicólogos.
 (No te lo tomes a mal, son mis costumbres.)
 A mí me sientan mejor los emails como este…
 O un directo como el de hoy.

Si te lo perdiste, todavía estás a tiempo.
 Lo dejaré accesible solo hasta el lunes a las 23:59.
Oro puro si te interesa un roadmap claro, sin humo.
Con estructura. Con dirección. Con realidad.

Pero si solo tienes curiosidad… mejor no entres.
 Esto no va de provocar clics.

Ahora, déjame contarte algo que me dijo mi hermano Javi hoy, tomando café:

“Te llaman para entrenar.
 Preguntan cuánto cobras.
 Dices tu precio.
 Y te responden:
 — Uf… es que hay otro que lo hace por menos.
Y tú, dudas. Y bajas.”

Error.

Bajar, solo si ves un billete de 500€ en el suelo.
Por 50, por 100…
lo dejas donde está.

Porque el que es pobre de mentalidad… es pobre de todo.

Y ahí empieza la espiral:

• Clases a 20 euros.
• Partidas “gratis” para fidelizar.
• “Te hago precio si vienes con un amigo…”

Y tú, que llevas años estudiando, formando, entrenando…
 terminas trabajando como si fueras becario con pala.

📢 Escúchame. Mejor dicho: léeme.

El problema no es que el de al lado cobre menos.
El problema es pensar que la única forma de competir…
es bajándote los pantalones.

Hace años aprendimos esto en J3:
 El respeto no se ruega. Se cobra.

Por eso hemos creado esta plataforma.
 No para decirte cuánto tienes que cobrar,
sino para darte razones de peso para cobrar lo que mereces.

• Método.
• Confianza.
• Autoridad.
• Servicio que no se regatea.

Y te vamos a contar exactamente cómo lo conseguimos nosotros.
Paso a paso.
Sin postureo.
Sin fórmulas mágicas.
Con ejemplos reales.

Quizá algún día suba un clip a redes para abrirle los ojos a más de uno.
 Pero esto que estamos construyendo no es para todos.
Es para los que se valoran.

Por cierto, hoy nos han llamado desde República Dominicana.
¿Para preguntar el precio?
No.
Para preguntar cuándo podían empezar.

¿Por cuánto?
 Veo que no te enteras de la película…

🎬 Hazte unas palomitas.
 Porque esto sí es una película que merece la pena ver.

🔗 VER PELÍCULA (enlace a la membresía/proyecto J3)

Seguimos, Férrikos.
— Jorge

P.D.

Porque si cobras lo que vales, no tendrás que justificarlo.
Tendrás que agendarlo.